viernes, 30 de enero de 2009

Humillación por amor, en Rompiendo las olas

La controvertida película de Lars von Trier (Breaking the waves, 1996) narra la dura vida de Bess (Emily Watson) en una pequeña localidad escocesa, en los años 70. Y especialmente el apasionado amor que profesa a su marido (Stellan Skarsgaard). Cuando éste sufre un accidente y se queda inmovilizado de por vida e incapacitado para el sexo, Bess decide darlo todo para que ocurra un milagro.

En la escena, Bess mantiene un angustioso encuentro sexual con un desconocido en el autobús. Así son las fantasías de su marido: que tenga sexo con desconocidos, el sexo que él no le da, y luego le cuente lo ocurrido. Bess asume este empeño como medio para lograr el milagro deseado. Humillación, sacrificio, absoluta entrega por amor.

jueves, 29 de enero de 2009

Polvo en la escalera de Una historia de violencia

Tom Stall (Viggo Mortensen) es un tipo normal que un día realiza un acto heroico. Y se sumerge en la historia de violencia del título. La magnífica película de David Cronenberg (A history of violence, 2005) es un análisis de comportamientos brutales e irracionales.

También el sexo.De lleno en el nuevo caos de su vida, Tom y su mujer Edie (María Bello) mantienen un encuentro sexual violento, rotundamente seco y animal. Al pie de la escalera, un polvo salvaje y sin contemplaciones (más bestia aún si lo comparamos con el primer polvo de la película, romántico y delicado, cuando Tom es aún un hombre pacífico y corriente)

lunes, 26 de enero de 2009

Juegos sadomasoquistas en Thirteen

En Thirteen (2003), Catherine Hardwicke realiza un honesto y brutal retrato de la entrada en la adolescencia. Recién cumplidos los trece, Tracy (Evan Rachel Wood) asume que ser aceptada socialmente y convertirse en una chica popular implica comprar compulsivamente, vestir a la moda, ponerse piercings, tener sexo sin control y drogarse. Aunque narrada con algo de precipitación y algún histrionismo, la película es una dura copia de cierta realidad de los institutos.

En la escena, Tracy y su amiga Evie (Nikki Reed), se drogan y se pegan hostias. Se hacen sangre, casi no se dan cuenta, se divierten. Es la escena inicial de la película -si no recuerdo mal- y presenta lo que es el leitmotiv de la misma: el doloroso camino que supone hacerse mayor.

viernes, 23 de enero de 2009

Mis Dominantes favoritos: Einar

En Los vikingos (Richard Fleischer, 1958) brilla de manera absoluta Kirk Douglas encarnando al bravo Einar. Si hay en el cine algun prototipo de guerrero audaz, implacable e insaciable, ese es Einar.

Lástima de la crueldad del guión: la princesa Morgana (Janet Leigh) no le ama. Es más, le aborrece. Y desprecia sus besos salvajes. Ay, pero qué tonta. Y, además, prefiere a Eric (Tony Curtis), hermano secreto de Einar, también valiente pero mucho más soso de aquí a Lima.

Bruto, hosco, capaz de bailar sobre los remos y beberse un tonel de hidromiel. Tuerto. Divinamente tuerto.

jueves, 22 de enero de 2009

El baile de Satánico Pandemonium

En Abierto hasta el amanecer (Robert Rodríguez, 1995) el grupo formado por dos atracadores y sus dos rehenes paran en un garito en medio de la nada. El lugar se llama Titty Twister (La Teta Enroscada) y esta lleno de gente con mala catadura.

En la escena, la bella Satánico Pandemonium (Salma Hayek) baila con una enorme serpiente enroscada en su cuerpo. Un baile sensual que literalmente deja a los espectadores clavados en sus asientos. Suelta a la serpiente y se pasea encima de las mesas. Más babas. Se acerca a uno de los forajidos, Richard Gecko (Quentin Tarantino), le pilla su cerveza, se riega la pierna con ella, se hace lamer el pie. Y le aparta con un puntapié. Medianamente cariñoso.

Prescindiendo de la serpiente, un baile para tomar nota, sencillo. Sólo un botellín de cerveza.

Luego pasan más cosas - muy gore- que poco tiene de BDSM y mucho de diversión y palomitas.

miércoles, 21 de enero de 2009

Sesión BDSM (lamentablemente planificada) en Las edades de Lulú

La muy vendida novela de Almudena Grandes fue llevada al cine por Bigas Luna en 1990 rodeada de polémica -por el abandono de Ángela Molina como protagonista -y no muy bien aceptada por la crítica.

En el final de la película -y novela- ocurre, como se dice usualmente, una "bajada a los infiernos" por parte de la muy audaz Lulú (Francesca Neri). Fracasada en su matrimonio y con ganas de experimentar todo lo sexualmente experimentable, la chica prueba con el BDSM. El profesional. Le sobra la pasta. Acude a una mazmorra infecta, con una Madame cutre (Pilar Bardem) y es sometida a una sesión de quitar el hipo. De susto.

Sin consenso, sin SSC, ni nada parecido, con un Master (Javier Bardem) -muy poco profesional ciertamente- que pierde los papeles y una sumisa -Lulú, la que paga- que no sabe de qué va el rollo y por poco le da un patatús. Y al final la rescata la policía!!!!

Un paripé de sesión. Eso no es BDSM.

(Atención SPOILER)

lunes, 19 de enero de 2009

Una escena de Corazón salvaje

La película Corazón salvaje (David Lynch, 1990) tiene un catálogo de personajes secundarios a cual más rocambolesco. Para esta página viene muy bien Bobby Perú (Willem Dafoe), un tipejo descarnado de dientes echados a perder. Bigotillo afilado, repeinado, chaqueta de flecos. Con probable aliento a cloaca.

Lo interesante de la secuencia es contemplar cómo un tipo tan fétido es capaz de desarmar a la dulce Lula (Laura Dern). El tipo es chistoso y socarrón y además va muy seguro de sí mismo. Un puto Amo, fétido, sí. Atrapa a la pobre Lula, que no sabe cómo ponerse, qué hacer con la manos, un tierno corderito. La atrapa, la saborea, la viola con los dedos y con la voz aguardentosa. La hace correrse. Con chulería.

Say "Fuck me".

martes, 13 de enero de 2009

Esclavitud sexual en El cielo protector

La adaptación de la difícil novela de Paul Bowles al cine es una magnífica y lírica película de Bernardo Bertolucci (The sheltering sky, 1989). En ella, Port (John Malkovich) y Kit (Debra Winger) viajan por el Marruecos menos turístico, recorren paisajes de belleza estremecedora y se pierden en miserables pueblos del desierto. Un viaje para salvar un matrimonio que naufraga, a pesar de que se aman con desesperación.

Cuando Kit se queda sola es capturada por una tribu de beduinos y es utilizada como esclava sexual por el jefe. Ser humillada, degradada, convertida en objeto de placer se utilizan aquí como vehículos de redención y de purificación. Kit, convertida en animal sexual, expía su culpa y nace como un ser nuevo, limpio y mucho más sólido.

domingo, 11 de enero de 2009

Sado medical en Dead Ringers

En Dead Ringers (1988), David Cronenberg cuenta la historia de los hermanos Mantle (Jeremy Irons en doble papel). Gemelos univitelinos con extrema dependencia mutua: ambos son ginecólogos, suelen compartir sus amantes y tienen idénticas fantasías eróticas. Son inseparables.

La historia toma cauces sadomasoquistas cuando los gemelos entablan relación con Claire (Geneviéve Bujold). El instrumental quirúrgico y obstétrico cobra entonces un interesante papel y la magnífica puesta en escena, con cirujanos vestidos de rojo sangre, resalta aún más la enfermiza historia de amor y deseo.

Los títulos de crédito son buena muestra de ello:

sábado, 10 de enero de 2009

Mis Dominantes favoritos: el Rey de Siam

En El Rey y yo (Walter Lang, 1956), el todopoderoso rey de Siam (Yul Brynner) ejerce de Dominante al viejo estilo feudal: Amo y Señor de su pueblo y Dueño de harén. La llegada de Anna (Deborah Keer) como institutriz es el encantador contrapunto a la historia. La Europa civilizada frente a la barbarie oriental.

Tosco y a la vez refinado; brutal y culto, el monarca de Siam se alza necesariamente irresistible a los ojos de la institutriz. La escena del baile es simbólica: la pobre Anna acaba desfallecida -esos corsés!!!- tras el agotador ejercicio al que el Rey la somete.