martes, 7 de abril de 2009

El sumiso bioconectado de ExistenZ

ExistenZ (David Cronenberg, 1999) es una película de terror y ciencia ficción con esa estética tan querida por su director -antes de Una historia de violencia-. Vísceras y sangre, úteros y vulvas, carne, heridas, seres deformados, en un entorno de realidad alterada.

En la historia se narra la huida de Allegra Geller (Jennifer Jason Leigh) de quienes quieren acabar con su vida. Ella es la creadora de un biojuego increíble, el mejor de todos, el que crea un mundo paralelo donde todo es posible. Allegra descubre entonces enemigos que no estan dispuestos a que exista la posibilidad de jugar con espacios virtuales, tan asombrosamente reales. En su huida le acompaña Ted Pikut (Jude Law), un chico aparentemente apocado.

Casi al final de la escena que se inserta, Allegra logra convencer a Ted para que se ponga un biopuerto, el canal por donde podrá conectarse la vaina o bioconsola para los juegos. Durante la inserción, Allegra manipula y chupa la zona lumbar de Ted, lo maneja y domina. La inserción del biopuerto es casi una sodomización, algo dolorosa pero que lleva a rincones escondidos de placer y aventura. Ted se transforma así en un hombre sumiso, biológicamente conectado a Allegra y dispuesto para la nueva experiencia.

(Esta entrada ha sido sugerida por Dillinger is dead, a quien doy las gracias, ya que no habia visto la película y ha sido un buen reencuentro con el viejo Cronenberg)

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